Travesía judicial finalizada

Tras seis años y medio, veo salir el sol con una sensación de alivio grande tras unas acusaciones injustas. Es un sábado diferente lleno de alegría con una descarga de tensión grandísima.

Os dejo esta reflexión desde la serenidad de sentir que la Justicia ha hecho honor a su nombre y ha realizado su labor a la perfección ajena al ruido político, mediático y de redes. Nunca desde el odio o desde el rencor.

Odio no porque para odiar a alguien tiene que ser superior, y quienes me han acusado de algo que nunca he cometido no los considero superiores a mí, todo lo contrario.

Rencor tampoco porque yo no voy a caer en la vileza de exigir que me pidan perdón como piden en el caso de Oltra. Eso lo dejo para quienes no tienen más argumento que las frases rimbombantes pero vacías de contenido. Las acusaciones estaban en su derecho y respeto ese derecho.

Tampoco quiero dejar este escrito para revolver el pasado, nada más lejos. Escribo esto para cerrar una puerta que nunca se debió abrir y que ayer dejé atrás mirando al frente, mirando al sol, mirando a la esperanza e ilusión de haber acabado una etapa oscura en mi vida.

Atrás dejo esa decisión de dictador de Ribó cuando al día siguiente de los hechos me anuló la acreditación para poder retransmitir la llamada a Rocip Gil, fallera mayor de Valencia 2018, de manera absurda y enrabietada con mucha mala sombra.

Atrás dejo esas reacciones de niñata malcriada de Sandra Gómez y su grupo saliéndose del hemiciclo del Ayuntamiento cuando era mi turno de hablar por “no querer escuchar a un ultra” decía. Obviando un derecho fundamental como es la presunción de inocencia. Para ella yo ya era culpable sin derecho a defenderme. Una persona con ese talante nunca puede dirigir una ciudad como Valencia. Y así lo sentenció el electorado. Ahora desde Ferraz no saben que hacer con ella, intentan meterla en el cementerio de elefantes político que es Europa.

Atrás dejo también esos seis años y medio aguantando artículos tendenciosos y malintencionados que demasiados medios de comunicación “valencianos” me han dedicado sin ninguna opción a defenderme nunca, pero nunca. Sin poder dar mi versión de los hechos ni preocuparse por mi familia como se preocuparon por la de Oltra o Fuset, por ejemplo. Nunca tuve dos páginas para intentar lavar la imagen distorsionada que daban de mi.

Atrás queda el rechazo que cierto partiditos políticos valencianos tenían para que yo liderara algún movimiento político “por mi imputación”, decían. Y esto es lo que mas duele, el rechazo de “los tuyos”, los que se supone que luchan por tus mismos ideales pero se acobardan de apoyarte públicamente.

Son muchas cosas negativas que quedan atrás y que ya son historia.

Pero también me llevo cosas muy positivas. Quienes han estado a mi lado en momentos de dificultad y creyeron en mi sin ningún reparo ofreciéndome toda su ayuda y colaboración posible. Que haberlos ha habido y a quienes les he agradecido su colaboración en privado.

El apoyo constante que he ido recibiendo estos seis años y medio por parte de la gente de la calle, amigos (que no nombraré sin permiso de ellos),de los falleros que siempre me han recibido en sus casales sin ningún tipo de recato demostrando la grandeza de este colectivo y de los patrocinadores que han seguido junto a nosotros contra viento y marea creyendo en nuestro trabajo en la tele y en la radio. De la empresa para la que trabajo que me ayudó mucho y estuvo siempre apoyándome para poder tener libre los días de citaciones y juicio.

El gran trabajo de los dos abogados que han estado conmigo, primero en la instrucción y luego en el juicio porque se han implicado totalmente para conseguir el resultado que hemos obtenido.

Saber con quien puedo contar y con quien no.

Pero, sobre todo, me queda el apoyo incondicional que he recibido de mi familia, mi mujer y mis hijos (y sus parejas felilzmente incorporadas durante este tiempo), que desde el primer día que los senté y les conté que a partir de ese día iba a ser portada en varias ocasiones con titulares y noticias manipuladas (como así fue), han estado conmigo y han sido el principal sostén para que nunca decayera en el ánimo y me permitiera seguir luchando hasta el final.

Nunca podré agradecerles ls suficiente lo que me han animado y aguantado. Sobre todo a Gloria, que siempre ha estado ahí.

Dicen que la paciencia es un camino amargo con un fruto muy dulce. Y eso estamos haciendo hoy en casa, disfrutar del dulzor del fruto de la justicia. Felicidad máxima.

Hay quien me dice de denunciarlos a ellos ahora por todo daño que me han hecho, medios, políticos, opinadores en redes…. Aún no me he reunido con el abogado para analizar el juicio y la sentencia. Pero ciertamente os digo que esta victoria es una derrota muy humillante para ellos que deja en evidencia lo que han estado haciendo estos años, mentir, manipular y tratar de callarme. No estoy por la labor de meterme de nuevo la Ciudad de la Justicia.

Intentaron hacer todo esto porque mi retransmisión en directo desnudó totalmente una mentira que vendían como verdad, y es que en Valencia no aceptamos las tesis separatistas catalanas que intentan hacer ver que es lo normal y popular y que intentan inculcar a nuestros hijos desde la escuela hasta la universidad.

Pero ese día se vio que Valencia no quiere ser Cataluña como si que quieren todos los que componen la “Comisió 9 d’Octubre”. Desde el PSPV y Compromís, hasta las centrales sindicales como UGT o CCOO pasando por esos grupitos hasta ahora hipersubvencioniados que buscan ese objetivo y que vieron truncadas sus farsas ese día.

Hoy miro el sol amanecer con un nuevo brillo de esperanza e ilusión por mi tierra y su gente, vosotros.

¡Muchísimas gracias a todos los que me habéis apoyado y animado desde el principio hasta ayer mismo que se conoció la sentencia!

He recibido inmensas muestras de alegría y apoyo, muchas inesperadas que me han llenado de alegría, tantas que me he visto abrumado.

¡Gracias a todos, de verdad, gracias miles!